EL ENTORNO

Lo Teresa

CONOCE LOS VALLES

Siempre verdes

Las cuencas siempre verdes de los ríos Pas, Pisueña (Carriedo) y Miera responden a la perfección al estereotipo más difundido de Cantabria: valles intrincados, pastizales que se pierden tras las lomas de las montañas. Estos tres valles, contiguos y hasta hace poco incomunicados entre si por carretera (hoy en día circular no es un problema, excepto en las fuertes nevadas invernales), han estado ancestralmente comunicados precisamente a través de las montañas que los dividen, por la trashumancia de sus pobladores, los pasiegos.

VALLE DEL PAS

Un relieve y una naturaleza exuberantes, un paisaje con fuerte personalidad.

Los primeros asentamientos pasiegos de la comarcan nacieron entre estos paisajes exuberantes y un variado patrimonio cultural y etnográfico. Durante las primeras estaciones del año, los monteros habitaban las cabañas pasiegas que se encuentran diseminadas por todo el paisaje de pastos escarpados. Un asentamiento disperso en las laderas de los montes del río Miera y Pas.

VALLE DEL PISUEÑA

Un espectacular relieve de media montaña atlántica: el valle abierto de fondo plano.

El Valle del Pisueña es una de las zonas de Cantabria donde comenzó el turismo termal. A mediados del siglo XIX, comenzaron a gozar de gran gran fama y prestigio los Balnearios de Puente Viesgo y Alceda. Un merecido reconocimiento que ostentan hasta la actualidad.

VALLE DEL MIERA

Un valle moldeado por el paso del tiempo, con un impactante paisaje.

Un relieve abrupto fruto de un valle glaciar. La intrincada morfología rocosa invita a recorrer sus complejos laberintos a través de sus cuevas y enormes bloques calizos. Verás pendientes acusadas e impresionantes altitudes.

Un valle moldeado por el paso del tiempo, con un impactante paisaje. El Valle del Miera cuenta con grandes bosques de hayas y encinas, diversidad de formas geológicas y un encrespado y peculiar panorama. También destaca por su patrimonio arquitectónico civil y religioso, por su gastronomía y los recorridos por cabañales pasiegos.

VALLE DEL MIERA

NATURALEZA y PATRIMONIO.

Los núcleos de población más importantes de la zona son Liérganes - cuya parte antigua ha sido declarada conjunto histórico-artístico, Villacarriedo y Selaya.

Desde tiempos inmemorables, las tierras pasiegas están pobladas desde hace siglos, y eso se refleja en el paisaje. Las cabañas pasiegas se encuentran diseminadas por todo el paisaje de pastos escarpados. Las Tres Villas Pasiegas: San Pedro del Romeral, Vega de Pas y San Roque de Riomiera son el mejor ejemplo de este modo de vida que sus gentes han sabido trasmitir de generación en generación. Los cuidadísimos prados, aunque creados por la mano del hombre a lo largo de los siglos, son un atributo más de un ecosistema en el que la naturaleza y los modos de vida tradicionales están muy integrados. El valle del Miera, con angostas gargantas excavadas en la roca por el río, es el más cerrado de la región, y en su encabezamiento se halla un circo glaciar. El bosque autóctono - avellano, fresnos, castaños, robles - se encuentra bastante reducido en favor de los prados.

El patrimonio histórico artístico de esta zona se encuentra muy diseminado. Destacan los conjuntos arquitectónicos de Vega de Pas y Esles, que recogen las características de la vivienda popular de estos valles y el palacio de Soñanes, en Villacarriedo.

Las cuevas de Puente Viesgo, que contienen pinturas rupestres de hasta 30.000 años de antigüedad así como al Centro de Artes Rupestre, inaugurado en 2023

El Valle del Miera cuenta con grandes bosques de hayas y encinas, diversidad de formas geológicas y un encrespado y peculiar panorama. También destaca por su patrimonio arquitectónico civil y religioso, por su gastronomía y los recorridos por cabañales pasiegos. Está conformado por numerosos barrios dispersos por extensos prados salpicados de cabañas. La actividad económica de la zona alta del valle (San Roque de Riomiera y Miera) se basa casi exclusivamente en la actividad ganadera, aunque últimamente han alcanzado cierto auge las actividades relacionadas con el turismo rural.

El del Miera es el más agreste de los valles pasiegos. Mientras que las arcillas del Pas y el Pisueña presentan formas alomadas, en el Miera domina la roca desnuda con marcados relieves. Los procesos de karstificación han dibujado multitud de formas agrestes e irregulares como Dolinas, poljés y lapiaces. Mientras, en el interior de la montaña se desarrollan cientos de cavidades de proporciones realmente extraordinarias, muchas de ellas aún inexploradas. Recientemente se ha constatado la unión de varias de estas cavidades que dan forma a un sistema de 77 kilómetros de galerías, el Alto del Tejuelo, que pasa por ser la segunda red subterránea más grande de España. Valle arriba a partir de San Roque de Riomiera se aprecia una clásica morfología glaciar como resultado de la acción modeladora del hielo, que ha ocupado estas tierras durante buena parte del cuaternario. Se aprecian claramente los circos, las morrenas y la forma en artesa del valle. Su característica más singular es que este glaciar alcanza las cotas más bajas de toda la Europa meridional, depositando los materiales de arrastre apenas por encima de los quinientos metros de altitud.

Abundan los espacios frondosos, particularmente de hayedos adaptados a las duras condiciones del suelo y el clima del valle. De hecho, en la vertiente oriental de los Picones de Sopeña se localiza uno de los hayedos de mayor extensión de toda la comarca, el de Haza Mina. La rica biodiversidad en la fauna se ha visto revitalizada en los últimos años con programa de reintroducción del rebeco, desaparecido en la comarca durante más de siglo y medio. Gracias a este esfuerzo por recuperar el ecosistema, el rebeco vuelva a criar en el alto Miera y en todo el conjunto de la montaña oriental de Cantabria.

En el Valle del Miera los sucesivos cabañales, valle abajo, de La Brena, Bernallán, El Ahorcado y El Toral muestran una evolución constructiva que se justifica por la intensidad de los usos residenciales y ganaderos en los distintos niveles altitudinales del valle. Los edificios más antiguos corresponden a los siglos XVII y XVIII, y se ubican en los cabañales de Bernallán o La Brena. Los más recientes aparecen en El Toral, en su mayor parte del siglo XIX, respondiendo a los cánones edificatorios de la «vividora», con profusión de solanas, volantes y cortavientos.

Aprende sobre NUESTRAS COSTUMBRES

Los pastos siempre verdes de las tres villas pasiegas, el sentir de la vida transhumante.

Nuestros antepasados, pastores nómadas en busca de pastos verdes llegaron para asentarse en las laderas del río Miera y Pas a partir del siglo XI. Estos ganaderos trashumantes, conocidos como pasiegos, desplazaban sus rebaños a las zonas altas de la montaña una vez pasado el invierno.
En los meses más fríos, los ganados permanecían en los cálidos valles, dehesas y tierras bajas del sur y oeste de la península hasta que llegara el final de la primavera y pudieran desplazarse hasta las montañas del norte.

¿En qué consiste el alza de hierba en los Valles Pasiegos?

Tradicionalmente segamos los pastos de final de primavera para su consumo invernal en seco. Es lo que se conoce como «alzar la hierba». Para alzar la hierba es necesario «curarla» o secarla al sol mediante volteo una vez segada, a continuación, la guardamos en los payos de las cabañas.
La meteorología juega un factor esencial en este proceso; si acompaña con sol y temperaturas altas, la «parva» solo ha de tenderse y voltearse una vez antes de iniciar el «empallado». Si la hierba se moja por la lluvia es preciso «hacinar», entonces la reunimos en montoneras para escurrir el agua y limitar la humedad. Una vez hecho, la tendemos de nuevo al sol, volteamos y finalizamos el proceso.

¿Qué es “La Muda” en los Valles Pasiegos?

La muda es el cambio de cabaña periódico que hacemos las familias pasiegas a diferentes alturas de la montaña en busca de pastos para nuestro ganado. Es quizá la rutina más característica de nuestro pueblo y una de las que más ha influido en la imagen de los valles, ya que ha creado un encantador paisaje de verdes praderas, muros y casas de piedra dispersas por las pendientes de la montaña.
Aunque somos pocos los pasiegos que mantenemos vivas estas tradiciones hoy en día por el abandono de la actividad ganadera, los pueblos de la zona hemos hecho un esfuerzo por documentar y mostrar a los visitantes esta herencia.

Si quieres saber más sobre nuestras costumbres y la vida pasiega, aquí te compartimos más información:

ACTIVIDADES

Debido al escarpado relieve del valle, esta zona resulta inmejorable para la práctica de diferentes actividades como escalada, paseos a caballo o rutas a pie o en bicicleta. El gran número de cavidades que se encuentran en la zona invita a la práctica de la espeleología. Numerosos grupos, tanto españoles como extranjeros, llevan años explorando en las intrincadas rutas subterráneas. Sin embargo, aún queda mucho por descubrir.

En San Roque de Riomiera

• San Roque en Bicicleta de Montaña
• Senderismo por las Cumbres Pasiegas
• Ruta de las Cabañas Pasiegas
• Ruta del Hayedo de Zamina
• Vía Ferrata La Concha

En Miera

• Caminando por los Valles de Miera
• Senderismo por las Peñas de Miera
• Miera en Bicicleta de Montaña

En Liérganes

• Caminando por la Ribera del Miera
• De Rubalcaba a los Pozos de Noja
• Subida a las Tetas de Liérganes

Descubre todos los planes y actividades que te esperan en los Valles Pasiegos.